Todo empezó… porque pusimos una pica, no en Flandes sino en Noruega. Carlos se marchó a vivir a Molde, posteriormente a Oslo, y desde allí, en uno de sus viajes de vacaciones, nos trajo unos primeros Frisbees. Como ya hace bastante tiempo de esto no recuerdo muy bien dónde empezamos a jugar pero, Oviedo no es muy grande, seguro que fue en el Campo (de San Francisco, claro).
En aquella época se vendían Frisbees en Oviedo, de los auténticos y variados, en una tienda que era de deportes y que después se dedicó más a la moda deportiva, así que entre los que Carlos traía y los que íbamos comprando llegamos a tener un buen muestrario. Hay que tener en cuenta también que muchos se daban de baja porque o se quedaban en algún tejado impracticable (si fuese practicable seguro que era recuperado), o se los merendaba algún perro, o se quedaba olvidado en algún sitio. Hubo unos años en que se puso algo más difícil la cosa, era más complicado conseguirlos y casi se convierten en objeto de culto.
En aquellos primeros años alguien organizó en España unos campeonatos nacionales, en Somo (Cantabria). Algunos de nosotros fuimos a ver cómo estaba la cosa por aquí y, sin comerlo ni beberlo, creo que fue Belén la que vino con el título de Campeona de España debajo del brazo; algún subcampeón también hubo.
Aquí en Oviedo jugábamos en el Campo si éramos pocos. Si nos juntábamos más solían caer unos buenos partidos de Ultimate en la Plaza de la Catedral. Un día me preguntó Nacho Vargas, colega geólogo que vivía en esa plaza y nos veía jugar, que qué era aquello tan raro a lo que jugábamos. En la playa, en el monte, por los praos,…nunca faltaba un frisbee en la mochila o en el maletero del coche. También jugábamos de noche porque teníamos un frisbee fosforescente. ¡Total nada!
Y viajamos a Noruega. Claro que no íbamos todos juntos. En ocasiones nos tocaba ver los entrenamientos de Carlos, y una de las veces, Pedro participó en los campeonatos nacionales noruegos de 1988, en la modalidad de precisión. Nuestro amigo representó a España con gran éxito, consiguiendo la medalla de plata esta disciplina.
Mientras tanto Carlos se había tomado esto del frisbee muy en serio. Participaba en varias modalidades (discathon, freestyle, precisión,…), tanto en Noruega como en los USA, como donde fuese. Fue Campeón del Mundo de Discathon en 1987 y en 1989, Campeón del Open de USA en 1994, Campeón de Europa en 1986 y 1987, etc., y así hasta la actualidad fue coleccionando copas, campeonatos, másteres variados y todo tipo de trofeos y galardones. Un “namber guan”, vaya.
La última novedad que nos trajo Carlos fue la del Disc Golf. Ya sabíamos que se dedicaba a ello, pero hasta 2012 nuca habíamos jugado. Una de las últimas veces que vino por Oviedo se trajo una cesta portátil y unos discos, y desde entonces no hemos parado. La cesta debe de estar caliente. Hasta el punto de que durante julio y agosto nos ha acompañado en la diáspora y ha visitado varios de nuestros destinos veraniegos para tenernos entretenidos a nosotros, a nuestros amigos y a nuestros vecinos.
A la vez a Carlos le pareció interesante que Oviedo contase con el primer campo de Disc Golf de España; también quiere difundir este deporte en su ciudad y en su país. Pues estupendo. Nos implicamos en su iniciativa y a tirar de contactos. Como resultado el primer campo de Disc Golf de España puede ser una realidad en el Parque de Invierno de nuestra ciudad en el otoño de este año, 9 hoyos cortos, de dificultad media. Y para colaborar con un poco de seriedad, servir de interlocutores y promocionar este deporte hemos creado el que creemos que es el primer club de Disc Golf en España.
Disc Golf Club Oviedo fue registrado oficialmente en Septiembre de 2012 como el primer club de España de disc golf, y en el año 2013 se afilió a la Asociación Española de Disc Golf.